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Durante mucho tiempo se ha debatido acerca de la relación entre la disfunción de la articulación temporomandibular (DTM) y la malaoclusión. Algunas personas que padecen malaoclusión esquelética logran una mordida adecuada al desplazar la mandíbula de su posición de relación central, con lo que logran una relación dental más aproximada a la neutral de clase I (de Angle - neutroclusión).
Con el tiempo, el esfuerzo sobre la articulación temporomandibular (ATM o TMJ) puede provocar cambios patológicos sintomáticos. Al tratar de lograr la corrección simultánea de l oclusión esquelética y la dental (es decir, combinar la relación central con la oclusión central, la cirugía ortognática puede aliviar alguna de las fuerzas anormales aplicadas sobre la articulación.
Sin embargo, aunque esto puede resultar eficaz en determinados casos, por lo regular los informes clínicos son contradictorios, y no sugieren que la cirugía ortognática resuelva los síntomas de la DTM de manera confiable, tal vez a causa de la complejidad que los trastornos de dicha articulación tienen en general.
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